La internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es un sistema de dispositivos de computación interrelacionados, con la capacidad de transferir datos a través de una red, sin requerir de interacciones humano a humano o humano a computadora. Para ser más específicos, el término IoT hace referencia a los sistemas de dispositivos físicos que reciben y transfieren datos a través de redes inalámbricas sin la intervención humana.
Esta tecnología representa uno de los mayores campos de actuación para la implementación de inteligencia artificial y al mismo tiempo supone una enorme fuente de datos disponibles para el desarrollo de nuevos modelos. Por ello cuando se habla de internet de las cosas es necesario tener en cuentas las aplicaciones de inteligencia artificial que pueden ser integradas en los propios dispositivos que la conforman.
Los modelos de inteligencia artificial que funcionan con datos convencionales suelen ser inflexibles y tienen dificultades para lidiar con información desorganizada y cambios que ocurren rápidamente, a los que no pueden ajustarse de manera efectiva. Por otro lado, los modelos de inteligencia artificial que se utilizan en dispositivos de Internet de las cosas tienen la capacidad de combinar datos de diferentes fuentes, como sensores y componentes externos, que generan una gran cantidad de información en tiempo real. En pocas palabras, los primeros son como libros cerrados con dificultad para adaptarse, mientras que los segundos son como esponjas que absorben información de todas partes.
Tomar decisiones con el internet de las cosas supone una importante reducción de costes a las empresas. Los expertos consideran que la tecnología del internet de las cosas (IoT) no solo puede crear procesos nuevos, sino que aporta valor añadido a los que ya existen y los mejora en combinación con la inteligencia artificial (IA) .
La combinación de la Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA) promete un futuro emocionante y lleno de posibilidades. Se esperan avances significativos en la eficiencia de las empresas, así como mejoras en la calidad de vida de las personas a medida que estos sistemas trabajen en conjunto para optimizar y enriquecer nuestra vida cotidiana. La IoT y la IA están en camino de transformar la forma en que interactuamos con el mundo y de crear soluciones innovadoras para los desafíos futuros.
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